No es un plato laborioso aunque sí requiere tiempo. Es importante tener un poco de previsión, porque los garbanzos hay que ponerlos previamente en remojo, aunque una vez remojados se pueden congelar para usarlos más adelante.
También recomiendo tener una olla exprés grande para poder hacer caldo en cantidad y congelar, así será mucho más barato. En esta receta las cantidades son para una olla de cinco litros, si la vuestra es más pequeña debeis reducir las cantidades.
Ingredientes
- 200 gr de garbanzos
- Dos puerros
- Tres ó cuatro zanahorias
- Dos ramas de apio
- Un nabo grande ó dos pequeños
- Un trozo de gallina, puede ser pechuga ó muslo
- Dos carcasas de pollo
- Dos huesos de jamón
- Huesos salados, uno de cada (espinazo, corteza, costilla)
- Dos huesos frescos de ternera
- Un trozo pequeño de tocino salado (unos 100 gr), opcional
Modo de hacerlo
La noche antes poner en remojo los garbanzos. Al día siguiente, tirarles el agua y ponerlos en la olla. Llenarla con agua fría hasta más ó menos la mitad y ponerla al fuego.
Lavar los huesos con agua tibia y ponerlos sobre los garbanzos. Lavar muy bien los huesos salados y el tocino para quitarles toda la sal y añadirlos. Añadir el trozo de gallina.
Pelar, lavar y trocear toda la verdura en trozos grandes y añadirla. Completar con más agua fría si hiciera falta hasta que llegue el nivel a unos seis centímetros del borde. Llevar a ebullición.
Una vez empiece a hervir se formará una espuma que iremos quitando y desechando. Cuando deje de hacer espuma volver a poner un poco más de agua si hemos tirado mucha y tapar la olla poniendo la pesa.
Cuando la pesa suba ó empiece a dar vueltas (dependiendo del modelo) bajar el fuego al mínimo y dejar cocer una hora. Apagar el fuego y dejar reposar otra hora más.
Pasado el tiempo abrir la olla y con la ayuda de una espumadera ir sacando por separado las verduras, huesos, carne y garbanzos. Colar el caldo con la ayuda de un colador grande volcándolo en una cacerola más pequeña. Dejar enfriar.
Una vez frío, meterlo en la nevera y dejarlo toda la noche. Así conseguimos que la grasa suba a la superficie y se coagule, y al día siguiente podamos retirarla con un cucharón. De esta manera tendremos un caldo con muy pocas calorías.
Ahora ya está listo para consumir ó congelar.
Notas
Habreis visto que es un caldo económico, tiene muchos huesos, que son baratos, y poca carne. Yo lo hago así porque después de haber hecho muchos, creo que lo que da sabor al caldo son los huesos y las verduras. De todas maneras si lo quereis con más carne se le puede añadir 300 gr de jarrete de ternera.
Es importante lavar bien los huesos salados para no encontrarnos con un caldo imbebible por la sal.
No hay que añadir sal, con la de los huesos ya tiene bastante
Si no teneis tiempo para meterlo en la nevera y dejar que la grasa coagule, se puede quitar con una cuchara grande, y al final el restante pasando por encima de la superficie una hoja de papel absorbente.
Por último, en otra entrada hablaremos del aprovechamiento de la carne, los garbanzos y las verduras, aunque están muy buenos todos troceados pequeñitos y en una sopa. ¡Que aproveche!