martes, 24 de febrero de 2015

Goulash


  El goulash es un plato típico del centro de Europa, y tiene su origen en un guiso que hacían los pastores transhumantes y que esencialmente entonces se componía de carne de buey, sebo y cebollas. el resto de los ingredientes se le han ido añadiendo después.
 Se cree que el origen de este plato puede remontarse al siglo IX. Al principio era un guiso que se hacía hasta que quedaba totalmente seco, y se guardaba en tripas. De esta manera era fácilmente transportable, y al llegar el momento de comerlo se le añadía agua, algunas hierbas y verduras. 



  La receta que yo doy no es tan antigua ni tan parca de ingredientes, es el guiso como se hace en nuestros días

Ingredientes 
  • 1 kg. de carne de ternera troceada para guiso
  • 4 dientes de ajo y 3 zanahorias
  • 2 cebollas grandes o cebolletas
  • 1 puerro entero grande
  • 4 tomates grandes
  • 1 ramita de perejil fresco
  • 1 cucharada de comino en polvo
  • 1 cucharada sopera rasa de paprika o pimentón dulce y un poco del picante
  • 2 hojas de laurel
  • 1 pimiento rojo grande
  • Harina para rebozar la carne
  • 1 litro de vino tinto
  • Pimienta negra recién molida y sal (al gusto)
  • 100 ml. de aceite de oliva virgen extra 

Modo de hacerlo:

Salpimentar la carne y pasarla por harina. Una vez enharinada y sacudida, freír hasta que se doren los trozos. Retirar la carne y reservar.
 Sofreír ajo, cebolla y puerro bien picados en el mismo aceite donde hemos dorado la carne durante unos 10 minutos a fuego lento.
Cuando el sofrito esté bien dorado añadir una buena cucharada de pimentón. Remover todo bien a temperatura baja para que no se queme.
Añadir las zanahorias en rodajas, el pimiento en cuadritos y el tomate rallado. Mover bien. Añadir una cucharadita de comino en polvo y el perejil.
Añadir los trozos de carne que tenemos reservados y echamos un vaso de vino tinto
Añadir las hojas de laurel y rectificamos sal y pimienta. Dejar que reduzca un poco, aproximadamente unos 10-15 minutos a fuego medio.
Cubrir todo con el resto del vino y si se quiere el estofado un poco más suave, se puede sustituir parte del vino por caldo de carne o un poco de agua.
Guisar a fuego lento hasta que reduzca el líquido y la carne esté tierna, aproximadamente unas 2 horas, ó en la olla exprés bajando el fuego al mínimo una vez que la pesa empieza a dar vueltas, en este caso serán unos 40 min.  Es importante mover de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la cazuela. 

       Acompañar el goulash con arroz blanco. 


martes, 17 de febrero de 2015

Galletas de mandarina


 Ahora que las mandarinas están tan ricas, vamos a aprovecharlas haciendo estas galletas. La gelatina les da un punto ácido que contrasta con el dulce de las galletas y las hace muy buenas.

       Ingredientes
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 pizca de sal
  • 100 gr de azúcar glass
  • 1 cucharadita de azúcar vainillado
  • Ralladura de una mandarina
  • Dos cucharadas soperas de zumo de mandarina
  • 1 huevo entero 
  • 1 cucharada de Maizena
  • 500 gr de harina
      Para la gelatina de mandarina
  • 250 cc de zumo de mandarina
  • 20 gr de azúcar
  • Una hoja de gelatina ó cola de pescado


Modo de hacerlo

Para la masa de las galletas, mezclar el azúcar con la mantequilla que deberá estar más bien blanda pero no derretida. Añadir la vainilla y la sal. Incorporar el zumo de mandarina, la ralladura y el huevo. Finalmente, añadir la Maizena y la harina hasta que se forme una masa homogénea. No hay que amasar, solo mezclar. Este paso se hace muy bien en la Thermomix ó cualquier otro robot.
 Dar forma a las galletas con un cortapastas, y a la mitad de ellas hacedles en el centro un agujero con un cortapastas muy pequeño ó incluso con un tapón de rotulador bien limpio. 
Hornearlas a 180ºC hasta que estén doradas.
 Mientras, poner la hoja de gelatina a remojo en agua fría. Poner el zumo al fuego con el azúcar, y cuando esté hirviendo añadir la hoja de gelatina y apagar el fuego. 
Dejar enfriar, y cuando empiece a solidificar poned una cucharadita en cada galleta de las que no están agujereadas, e inmediatamente tapadlas con una de las que sí están perforadas.
Dejad que se enfríe del todo la gelatina antes de comerlas.
No espereis a que la gelatina se ponga muy dura, pero si eso pasa calentadla un poco para que se disuelva otra vez.

viernes, 13 de febrero de 2015

Bacalao dourada

Despues de unas vacaciones un poco largas, aquí vuelvo a la carga con más recetas. No solo la primavera empieza a asomar, también con ella la Cuaresma y como no, las recetas de bacalo, tan rico y versátil.



Esta receta es originaria de Portugal, y allí lo vais a comer riquísimo en cualquier sitio, pero también por que no en vuestra casa, si seguís las instrucciones de la receta.

Ingredientes (cuatro personas)

  • Tres patatas grandes
  • 300 gr de migas de bacalao desalado
  • Una cebolleta
  • Cuatro huevos
  • Aceite de oliva, sal
Modo de hacerlo

Pelar las patatas y cortarlas en bastoncitos finos. Este paso se puede hacer a mano con un cuchillo, con una mandolina ó con un rallador grueso. 
 Lavar, escurrir bien y secar la patatas con un paño. así se freirán mejor y quedarán mas crujientes. 
 Freír las patatas en aceite bien caliente poniendo pocas cada vez para que queden sueltas. 
Sacarlas a una fuente cubierta con papel de cocina para que absorba el aceite.
En una sartén grande (nos servirá para hacer el revuelto) añadir dos cucharadas de aceite y la cebolleta muy picada. Dejar que se haga lentamente sin dorarse mucho. En ese punto añadir el bacalao desmenuzado ó cortado a tacos con cuchillo. Rehogar un poco el bacalao y añadir las patatas. A continuación cascar los huevos encima. Yo prefiero ponerlos sin batir, pero hacedlo como os guste mas, también se pueden batir antes de añadirlos al revuelto. Poner sal antes de revolver los ingredientes, recordad que aparte del bacalao no hemos puesto ninguna. 
 Subir el fuego y moverlo todo hasta que se cuajen los huevos. El punto será a gusto de los comensales, hay quien los quiere muy hechos y quien los quiere solo un poco cuajados. 
Servir enseguida para que no se enfríe.